Broadchurch es un pueblo situado en Dorset, Inglaterra. Aquí se produce la muerte de Danny Latimer y la consecuente investigación por su asesinato. Se trata de una pequeña localidad costera con un hotel regentado por Becca Fisher, un quiosco regentado por Jack Marshall, su propio periódico local (el Broadchurch Echo, regentado por Maggie Radcliffe), una empresa de fontanería regentada por Mark Latimer y Nigel Carter, una iglesia cuyo párroco es Paul Coates; y el departamento de policía que lleva la investigación de dicho caso, a través de los detectives Alec Hardy y Ellie Miller. El pueblo estuvo profundamente afectado por esta muerte y el posterior resultado de la investigación policial, por lo que estuvieron muy unidos en el velatorio de Danny.